Del samoano, marcar o golpear dos veces; tátau denomina esa práctica en la que el ser humano decora su cuerpo con tinta.
Aunque parezca sorprendente, los tatuajes son casi tan antiguos como la humanidad; egipcios, griegos, romanos, indios americanos, germanos, galos y un largo etcétera de pueblos y tribus, recurrieron a esta práctica, en ocasiones con carácter simbólico y ritual y en otras, como en el caso de los griegos y romanos, como medio para marcar a esclavos y criminales.
En 1991 en un glaciar situado en la frontera entre Italia y Austria fue descubierta la momia de un cazador neolítico de 5300 años, que presentaba tatuajes en la muñeca izquierda, la espalda, la pierna derecha y la izquierda. Estos tatuajes son tan sólo grupos de tres o cuatro rayas que no forman dibujo reconocible. Con el uso de rayos x, los científicos han determinado que Ötzi sufría de artritis y se cree que los tatuajes podrían haber sido realizados con una función terapéutica, mágico-curativa.
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