Os planteo un problema famoso que desafía a la intuición:
En un concurso de televisión hay una sala con tres puertas cerradas; tras una de ellas hay un coche, y en cada una de las otras dos hay una cabra.
El jugador elige una de las puertas, y a continuación siempre el presentador, que sabe dónde está el coche, abre una de las puertas restantes y muestra una cabra.
Entonces el concursante tiene la opción de cambiar su elección inicial y quedarse con la otra puerta que queda cerrada.
¿Qué es mejor, quedarse con la inicial o cambiar? ¿O da lo mismo?
(Continuará)
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