En época romana tan sólo había dos estaciones: ver, veris e hibernum. Ver, veris comprendía el periodo que va de marzo a diciembre e hibernum el que va de diciembre a marzo.
No se sabe exactamente el momento en el que dentro de tan extenso periodo se comenzó a diferenciar la primavera del verano y el verano del otoño. El caso es que el comienzo de esa larga estación comenzó a llamarse primo vere (primer verano) y se convirtió en nuestra primavera; el tramo medio, el más caluroso, se denominó veranum tempus y se transformó en nuestro verano y el final de este periodo recibió el nombre de autumnus o auctumnus (auctus significa incremento crecimiento; se relaciona esta palabra con la recogida de cosechas y posiblemente su origen sea etrusco) y pasó a ser nuestro otoño.
Hibernum (palabra que designa la estación fría) es nuestro invierno.
Deja un comentario