Todos o casi todos solemos relacionar narcicismo con Narciso, hercúleo con Hércules, adonis con Adonis, afrodisiaco con Afrodita …, pero y ¿onanismo? Al igual que sucede con los casos anteriores, el origen de este término se encuentra en un nombre, Onán.
En la Biblia, concretamente en el Génesis 38. 8-10, se narra:
Y Er, el primogénito de Judá, fue malo ante los ojos de Yahvé, y le quitó Yahvé la vida. 8 – Entonces Judá dijo a Onán: Llégate a la mujer de tu hermano, y despósate con ella, y levanta descendencia a tu hermano. 9 – Y sabiendo Onán que la descendencia no había de ser suya, sucedía que cuando se llegaba a la mujer de su hermano, vertía en tierra, por no dar descendencia a su hermano. 10 – Y desagradó a los ojos de Yahvé lo que hacía, y a él también le quitó la vida
Con ella se quiere dejar claro que la finalidad de todo acto sexual ha de ser la procreación y se condena la masturbación y la interrupción del coito y también con ella, surge una nueva palabra (neologismo) que se asocia a esta práctica.
Asociamos el término onanismo a la masturbación y a la interrupción del coito, que es precisamente lo que Onán practicaba para no fecundar a la viuda de su hermano. Aunque onanismo y, masturbación sean sinónimos, hay que aclarar que el origen de esta última es distinto, pues proviene del latín manus, que significa mano, y stuprare, que quiere decir profanar, violar, manchar, según algunas fuentes, o del latín manus, “mano” y turba, “alteración”, “perturbación”, “excitación”, según otras.
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