!Más rápido!

¿Es bueno recargar una página web para que vaya más rápido?

Para responder vamos a conocer algo más de cómo funciona internet.

Los dispositivos conectados a internet siguen las reglas del protocolo de comunicaciones TCP/IP. Su objetivo es que la comunicación vaya a la máxima velocidad disponible, y que, si hay problemas, todo siga funcionando lo mejor posible.

La manera en que el emisor sabe si todo va bien es mediante mensajes de respuesta que envía el destinatario: conforme va recibiendo fragmentos de información el ordenador destino envía mensajes al emisor indicando que han llegado bien. Si el emisor no recibe todos esos mensajes de respuesta es señal de problemas.

El comportamiento del ordenador que envía datos por la red es el siguiente:

• Empieza con una velocidad de envío relativamente lenta.
  
• Si no hay problemas acelera muy rápido el envío de información (aumento exponencial).
  
• Si hay problemas leves (se pierden fragmentos de información), la velocidad de envío se reduce a la mitad y se intenta aumentar más lentamente (aumento lineal)
  
• Si hay problemas graves (se pierde toda la comunicación durante un tiempo establecido como excesivo), se vuelve a la velocidad inicial, luego se acelera de nuevo con rapidez, pero a la mitad de la velocidad que generó problemas se toman precauciones y se aumenta más lentamente.
  

Este comportamiento se puede repetir varias veces seguidas, hasta que la comunicación se estabilice sin fallos.

Ahora que conocemos todo esto, ¿es bueno recargar la página si no avanza?

En principio sí: si los problemas persisten no se solucionará nada, pero si ha sido un fallo momentáneo, al reiniciar la comunicación se adoptará enseguida una velocidad que sea adecuada a la que soporta la línea. En todo caso, aunque no hagamos nada el protocolo TCP/IP se adaptará tarde o temprano a la velocidad óptima.